lunes, 13 de enero de 2014

Crisis profunda y creatividad. Del sufrimiento al éxtasis.

ENERO 2013 - GenT-
 
 “Recordad que las dificultades y los obstáculos son una fuente de salud para cualquier sociedad”.
 Albert Einstein

 “La crisis, el conflicto, es el rey de todo y el padre de todo”. 
 Heráclito

Lo que hay que comprender y aceptar es que la verdadera creatividad en cualquier campo, artístico, social, político, médico o científico, es, en primer lugar, algo muy personal, algo que pertenece exclusivamente al individuo, sólo a él, y que esa creatividad límpida nace únicamente de la angustia. 

En su libro “Medicina y actividad creadora”, Rof Carballo escribe: “antes de experimentarse la bienaventuranza gozosa de la iluminación creadora se sufre una espacie de neurosis”, lo que él llamó: “la neurosis de creación”. 

Es una tensión sostenida, que es dolorosa, torturante, que llega a convertirse en insufrible sobre todo si la solución aparece bloqueada por todas partes. Y sigue Rof: “Lo más espectacular y dramático del proceso creador es el proceso de iluminación o revelación, esto es, aquel momento en el cual, tras una larga y dolorosa espera en busca de una solución, al final surge ésta como una revelación que viniera de otro mundo... A su vez, lo característico del hombre creador es su disposición a responder con un sobrehumano esfuerzo de síntesis al reto que planean a la mente humana el desorden y el desequilibrio”. 

Por lo tanto, es en el fulgor de la crisis donde nace la inventiva, los grandes descubrimientos y las mejores estrategias, lo que se conoce como “creatividad paradójica”, o creatividad nacida desde dentro de un estado de destructividad y caos. 

Además, por si las dificultades fueran pocas, durante esos estadios iniciales de un proceso de creación la intervención de la sociedad suele ser negativa. Y es que, en realidad, ni los partidos políticos, ni siquiera las asociaciones científicas, pueden en esencia, pensar. Sólo el individuo puede pensar. Una corporación puede organizar la aplicación de un descubrimiento ya hecho, pero no hacer uno. 

Sólo el individuo libre puede hacer un gran descubrimiento. ¿Se imagina usted un comité de cientificos haciendo los descubrimientos de un Charles Darwin? Además, si no chocamos contra la razón nunca llegaremos a nada, Einstein volvió a recordarnos todo esto, así como que la verdadera crisis es la crisis de la incompetencia, que sin crisis no hay desafíos, y sin desafíos la vida es una rutina que acaba por convertirse en una lenta agonía. Pues al fin y al cabo es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. (Para más información al respecto, ver el capítulo de este autor: “Dinámica espiral de las crisis psicoespirituales: de la caída al infierno y al caos a su superación y curación”, en el libro KRISIS, Ediciones La Llave, 2009).